La celebración de la Pascua de Padrón se remonta al siglo XVII y sus orígenes se basan en la organización de una feria caballar de comienzos aún más remotos a la que acudían tratantes de todos los puntos de Galicia e incluso de Castilla.
Con el paso del tiempo, alrededor de la actividad comercial se fueron incorporando elementos culturales, deportivos, lúdicos y religiosos, estos últimos por la coincidencia de las fechas de celebración con la Semana Santa, también muy arraigada en Padrón. Todos estos ingredientes convirtieron a la Pascua padronesa en la primera romería importante del calendario festivo gallego.
A lo largo de su historia, esta celebración atravesó diversas vicisitudes, que incluso estuvieron a punto de acabar con ella. De hecho, era tal la importancia que tenía a comienzos del siglo XIX, que el Concello de Santiago solicitó a la monarquía con espúreos argumentos el traslado de la feria padronesa a Compostela, tal y como recogió el archivero Pablo Pérez Constanti en sus "Notas Viejas Galicianas". Sin embargo, su majestad no tomó en consideración esa petición, acordando desestimarla y ordenando que subsistiera dicha feria en Padrón.
Desde entonces, la feria caballar se celebra ininterrumpidamente todos los años, coincidiendo con la Pascua de Resurrección, de ahí su nombre. En la actualidad, además de la feria caballar, la programación de actividades de la Pascua de Padrón incluye desde la tradicional lectura del pregón hasta espectáculos ecuestres, la instalación de atracciones infantiles, pruebas deportivas, actos culturales, eventos musicales y sendos actos de hermanamiento con los ayuntamientos vecinos de Santiago y Rianxo. Todas estas actividades atraen cada año hasta la capital de la Comarca do Sar a miles de visitantes.